martes, 22 de mayo de 2012

5. La gestión de los residuos.

La generación de residuos forma parte de nuestra vida, que todo proceso de alimentación a cava en la producción de sustancias de desecho, el ser humano no escapa de esta ley natural, es más podríamos decir que es el animal que mayor cantidad de residuos produce.


El enorme problema con el que nos encontramos en la actualidad es la gran cantidad de residuos sólidos urbanos (RSU) que geremos. Esta cantidad de residuos es provocado esencialmente por:

  • Los nuevos materiales.
  • El exceso de embalaje (pláticos, cartones y papel, fundamentalmente).
  • El aumento del consumo, que supone la causa más importante.






El sistema tradicional de tratamiento de RSU se basaba en la recogida de la basura y su traslado a un vertedero o su incineración. Hasta hace muy poco, un vertedero era simplemente un lugar donde se acumulaba la basura. Los problemas sanitarios asociados a este tipo de vertederos son graves: como consecuencia de la acción de las bacterias y de las altas temperaturas, la basura se descompone, provocando lixiviados (líquido con sustancias tóxicas disueltas) que se filtran por el subsuelo alcanzando acuíferos, y gases como metano y dióxido de carbono. Algunos vertederos han alcanzado grandes porciones y han llegado a ocasionar accidentes como incendios y avalanchas.
Para solucionar el problema, los gobiernos municipales han incluido en sus prioridades la sustitución de estos tipo de vertederos por vertederos controlados, grandes agujeros cuyo fondo y paredes han sido impermeabilizadas con arcillas compactas. En estos vertederos la basura se va depositando en capas y se cubre con un manto de tierra para evitar la acción de ratas y la proliferación de malos olores. Además, los vertederos controlados cuentan con un sistema de drenaje que desvía los lixiviados a una plantas depuradoras y el metano a una pequeña planta generadora de energía eléctrica.




La incineración puede ser una opción aceptable siempre que las plantas incineradoras extremen las precauciones para evitar la difusión de los productos tóxicos resultantes de la combustión.

El futuro de nuestro planeta depende de nuestra capacidad para reciclar la totalidad de los RSU. EL primer paso lo han dado los ayuntamientos de nuestras ciudades, que han puesto a nuestra disposición puntos limpios y servicios de recogida a domicilio para los residuos tecnológicos, además de un números creciente de contenedores selectivos.

5.1. El compostaje de los residuos orgánicos.

Los residuos orgánicos constituyen menos del 50% de los RSU en España.
El compuesto orgánico puede ser compostado. El compostaje es una práctica que consiste en la descomposición de la materia orgánica en presencia de oxígeno y en condiciones de humedad y temperaturas controladas. El compost es un excelente abono natural muy apreciado por los agricultores, que vuelve a ser demandado en la actualidad para potenciar la agricultura ecológica.

El problema de compostaje es que es imposible garantizar que los residuos orgánicos estén totalmente libres de metales pesados y otras sustancias tóxicas. Por ello, es fundamental no arrojar ningún tipo de pila o batería descargada a la basura.

5.2. El reciclaje del vidrio.

Las materia primas con la que se hace el vidrio con muy abundantes, por lo que no existe el riesgo de que se agoten.El vidrio es reciclable al 100%. Sin embargo, es muy importante reciclarlo por dos motivos fundamentales:
  • El vidrio es un material muy estable que tarda miles de años en descomponerse.
  • la fabricación de vidrio a partir de materiales reciclados requiere un consumo energético menor, con el consiguiente ahorro en combustibles fósiles y la reducción de emisiones de CO2.




5.3. El reciclaje del papel y cartón.


El proceso de reciclaje de papel y cartón es tan sencillo como el vidrio. Requiere de una recogida selectiva , lavado, eliminación de impurezas y reparación.


No obstante, el reciclado del papel resulta bastante más problemático que el de vidrio. hasta ahora ha sido imposible dar con un proceso de reciclado que produzca un papel de calidad semejante a la del papel fabricado con materias primas originales.


Pero la ventajas superan a los inconvenientes: el reciclado de papel contamina menos, consume menos energía, requiere una cantidad diez veces menor de agua y, lo más importante de todo, previene la deforestación.

5.4. El reciclaje de plástico.


El término plástico hace referencia a toda una gama de polímeros. La dificultad del reciclaje de los plásticos, por tanto, reside en su separación.


Los polímeros termoplásticos son teóricamente fáciles de reciclar. Buena parte de los plásticos que utilizamos actualmente son de este tipo. Los polímeros termoestables son más problemáticos, ya que requieren un reciclaje a base de disolvente y otros agentes químicos.


Madera plástica.
En la práctica separar los plásticos resulta costoso, lo que incide negativamente en sus posibilidades de reciclaje. Una solución que poco a poco se está abriendo paso en el mercado de productos reciclados en la madera plástica, un material cuyo componente es un mezcla de termoplásticos de cualquier tipo a la que se añaden pequeñas cantidades de madera y a veces algo de metal.




5.5. El reciclaje de metales.


La minería es un actividad que requiere una elevada inversión en materiales y mano de obra. Por otro lado, las vetas de mineral no suelen ser demasiado grandes, por lo que las minas tienen fecha de caducidad y continuamente hay que buscar nuevas vetas y abrir nuevas galerías. Otro inconveniente de los metales son los riegos laborales que conlleva su extracción.


Las aleaciones ferrosas  son las más fáciles de reciclar. Otros metales no cuentan con la ventaja del ferromagnetismo, pero su reciclado es igualmente rentable. Uno de los más atractivos para los chatarreros es el cobre presente en la mayoría de conductores eléctricos. El cobre es de fácil recuperación, ya que no se encuentra mezclado con ningún otro material aparte del plástico aislante, y su precio es siempre alto.


El plomo y el estaño son también metales muy fáciles de reciclar racias a su bajos puntos de fusión. Una vez que son derretidos se separan con facilidad del resto de impurezas.


Por otro lado se encuentra el aluminio, cuyo reciclado es más difícil y la calidad del aluminio depende de su procedencia, por lo que para determinadas aplicaciones resulta necesario hacerlo pasar por un proceso de refinado.

Por último, el mercurio es un material altamente contaminante. Debemos sensibilizarnos para reciclarlo correctamente prestando gran atención a los termómetros y las pilas de botón.




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